Le dejé a Hugo en su buzón la carta, aquella carta que expresaba todo lo que sentía, y que no quería sentir. Pero seguía amando a aquel chico, aunque el estuviese con mi ex-mejor amiga, que, de repente, comenzó a hablarme.
No mencionó nada de lo que había pasado, ni mencionó el motivo por el que nos habíamos peleado, quería seguir siendo mi mejor amiga y yo no le negué aquello que se había ganado a pulso. Para siempre, habíamos dicho una vez, y aquello se cumpliría.
Y cuando todo comenzaba de nuevo a ser como siempre había sido, él regresó, una tarde de mediados de abril, en la entrada, donde nos habíamos conocido. Nos sentamos los dos en la escalera, a apenas unos centimetros, el fue el primero en hablar:
-He leído tu carta, y... ¿puedo explicarte una cosa? - Asentí.
Y me contó su versión de la historia. Él no se había enamorado de Paula y ella tampoco de él, "Me pidio que fingiese un poco, porque quería que Matias se diese cuenta de que ella la seguía queriendo, que no debería haber cortado jamás con ella. No se en que momento se nos fue todo esto de las manos, y yo intenté explicartelo, pero no querías saber nada de mí" me había contado.
-Entonces... por eso ahora Paula me habla ¿verdad? Porque ella ha vuelto con Matias.
-Sí, pero que sepas que ella no me importa, que solo me importas tú, desde el primer momento en que te vi....
Se me cortó la respiación, ¿Lo decía en serio? No había rastro de mentiras en sus ojos, que me miraban, aquello era la verdad.
-Te quiero - le dije.-Yo más.
-Pues yo de aquí a 3 metros sobre el cielo.
-¿Como en la pelicula? Que poco original. Yo te quiero de aquí al infinito.
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