Ni siquiera te conté que teniamos que dejar de hablarnos, simplemente, deje de hacerlo, dejé que pensaras que estaba enfadada contigo por alguna tontería... Habías subido varias veces a buscarme a mi casa, pero yo no te habia abierto y le había prohibido a mis padres y a mi hermano que lo hiciesen.
Y pasaron los dias, dos semanas, y ya ni intentabas preguntarme porque te ignoraba. Habiamos dejado de ser amigos. Un dia, cuando me levanté, me miré al espejo y me vi muy cambiada. Seguía teniendo mis enormes ojos pardos y mi pelo negro rizado, y mi piel clara, pero no era la misma. Aquella dos semanas había sufrido mucho, habia llorado, me había peleado con mis padres, y me había dado cuenta de que aunque lo intentara, habia algo que estaba muy claro: Yo te queria a ti, quería a aquel chico alto que había llegado de repente a mi vida, y no a aquel de pelo oscuro y ojos claros que una vez había sido los mas importante para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario